domingo, 17 de junio de 2012

Lo personal que compete a todos ("Cuchillo de palo")

Cuchillo de palo (2010). Documental paraguayo dirigido por Renate Costa.








Rodolfo, el tío de Renate, el único entre cuatro hermanos varones que no quería ser herrero como su padre, había muerto cuando ella era una niña. Su familia nunca le quiso hablar demasiado acerca de él, lo cual acrecentó su curiosidad por conocerlo mejor.

Así que agarró la cámara y empezó a interrogar a la gente que lo rodeó: amigos de su tío, vecinos, conocidos y, sobre todo, a su padre. Con sus indagaciones, Renate descubre que su tío Rodolfo era homosexual y que era conocido en el ambiente LGBT bajo una identidad falsa: ni sus amigos sabían su nombre real ni su familia sabía de su oculta carrera de bailarín.

Esta historia personal lleva a Renate a conocer más sobre la represión a homosexuales durante la dictadura de Stroessner: las falsas e innecesarias acusaciones, las injustas torturas, la famosa historia de los "108", la hipocresía de un dictador resentido con la homosexualidad de su propio hijo, la discriminación de la sociedad y la lucha por los derechos humanos que se gestaba en aquella época y que hoy reivindica desde una introspección que se traslada a un ámbito exterior, social, público.

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domingo, 3 de junio de 2012

Pequeño destaque de personajes femeninos en el Quijote


Primera parte de El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes

Don Quijote, de Pablo Picasso, 1955

Sabemos, más o menos, que Dulcinea del Toboso es el personaje femenino que más se destaca en la novela, ya que es el objeto del amor fantástico que siente el Quijote en su desvarío. Pero también existen otros, que guardan muchas similitudes, no solo por el simple hecho de ser mujeres, sino por poseer características físicas y psicológicas que parecen coincidir y que representan un importante aporte a la continuidad de la narración. Cervantes se vale de estas mujeres para ensalzar al mismo tiempo la honra de las mujeres valerosas y las hazañas del anacrónico caballero andante.

Todas estas mujeres son hermosas, valientes, honestas e independientes, cualidades que el autor resalta en sus descripciones y que el Quijote protege e impulsa. Otras coincidencias interesantes son: que todas ellas tienen un hombre que se ha enamorado locamente de ellas y que todas provienen de familias ricas, de las cuales tuvieron que alejarse por un malentendido, o una injusticia. Son mujeres que se encuentran en situaciones de extrema tensión social, familiar o emocional y que se ven en injusta desventaja.

La aparición de estos personajes se da en la primera parte de la novela -que sabemos fue publicada en dos partes-. Por sus llamativas historias, cada una de estas mujeres hace que Don Quijote interrumpa su trayecto para ayudarlas a restablecer la justicia que se merecen:

La pastora Marcela es única hija de una familia propietaria de numerosos bienes y tierras. Un joven llamado Grisóstomo se enamoró de ella, pero ella no le correspondió, hecho que fue tomado por él como motivo de todas sus desgracias. Adquirió Marcela una reputación de malvada, culpable del sufrimiento del joven, alimentada por su extraña decisión de trabajar con los pastores, que ella explica: se debe al deseo de retirarse a la calma del campo, sin prometerse jamás a ningún hombre. No posee desdén personal hacia su pretendiente, sino hacia el compromiso con todo varón. La pastora defiende su convicción con argumentos que asombran al Quijote, quien apoya su causa y pide a todos que respeten la determinación de la bella y honesta Marcela.

Las siguientes mujeres son Luscinda y Dorotea, quienes se relacionan en una historia común. La primera se retiró a un convento, por no estar de acuerdo con el matrimonio que le habían impuesto, y la segunda se retiró a los montes, vestida de hombre, para esconderse de su familia y sus conocidos con la determinación de defender su honor. Ambas fueron decepcionadas por los hombres con quienes estaban prometidas o casadas, y en ambas se nota una fuerte convicción y una gran honestidad, pues, pese a haber sido engañadas, no engañaron a nadie y prefieren una vida retirada antes que vivir en una sociedad que las condene injustamente.

Por último, se encuentra la mora Zoraida, la cual abandonó su rica familia y sus lujos del mundo árabe por seguir su convicción de convertirse al cristianismo. Como las demás mujeres, es rica y hermosa, no le interesa prometerse a ningún hombre de su entorno y defiende fuertemente sus ideales, aunque esto le haya costado el robar y alejarse para siempre de su padre, a quien ama, pero que la da por muerta y le da la espalda al no aceptar su decisión de cambiar de religión.

Pese a ser el protagonista principal de la novela un personaje varón, los personajes femeninos mencionados son muy dignos de destacar, tanto por sus características psicológicas comunes, su hermosura y contar con el favor de Don Quijote, como por sus respectivas historias, que son situaciones que en el contexto histórico y social de la novela podían bien darse cotidianamente. Por supuesto, Cervantes tiene la libertad de exagerar en su obra con estos casos, pero estas historias paralelas a la del Caballero de la Triste Figura bien pueden consistir en pequeñas denuncias a ciertas situaciones que vivían algunas mujeres de la época, vistas desde una perspectiva más imparcial.

Si bien son personajes secundarios, sus relatos tienen relevancia, pues se ve un importante detenimiento en la descripción de cada mujere y en la narración de cada una de sus historias, que en suma apoyan y dan sentido a la travesía del Quijote, son vértebras en la columna de la narración principal. No son, entonces, meros accesorios para resaltar al personaje masculino, pues son vitales para el íntegro desarrollo de la novela.